Bienvenidos todos de nuevo;
En este espacio me permite decir cosas que con mi voz no me atreveria. Temas de mi interes, obsesiones que no salen de mi cabeza. Este es mi camino a la felicidad poder escribir. Poder compartir ideas, emociones. Y con ustedes esta lo que queda del primer capitulo.
En el colegio aparecieron peluches, uno
cada día en lugares y situaciones bastante improbables. Desde ahorcados en la
punta del mástil de la bandera, hasta en las barandas del último piso. Todos se
encontraban en situaciones delicadas como el de las barandas que estaba con una
lupa en su cabeza; esperando a quemarse cuando el sol estuviera en su punto más
alto. Para el medio día Gina ya tenia en sus manos a los peluche seguros. Ella
se ofendía al ver el peligro y abusos que sobrellevaban, se lo tomaba personal
incluso llegando a sufrir por ellos. Fue tanto así que formo su propio grupo de
una persona: Felpudos En Ligero e Inminente Peligro Emergente - FELIPE.
Su ánimo para realizar los rescates era
alto, incluso para el tercer día ya tenía avisos para detener el abuso y que le
reporten si había algún peluche que necesitara auxilio. Fue divertido y un poco
extraño al principio, los demás estudiantes ignoraban a los peluches, sabiendo
que Gina los rescataría no importara cuanto esfuerzo le tomara. Algunas veces
ella misma subía a donde se encontraba el peluche, otras veces yendo personalmente
a pedir ayuda o incluso alguna herramienta. Como aquella vez que un casillero
abandonado apareció sellado con cable y pegado con cinta adhesiva en todo su
alrededor con un letrero colorido en el centro “peluche solo y asustado en la
oscuridad enfrentándose a una polilla hambrienta”.
Los gritos de Gina al encontrar una nueva
victima eran hasta al cielo y en cierta manera graciosos. El que más se reía y
autor de las bromas no podía ser otro que Andrés que se partía de la risa al
verla. Ella se hacia a la enojada con él, mas sabia que cada peluche que
rescataba era un regalo para ella. Al final de esos días se los veía tomados de la mano a lo lejos y ya
no eran dos sino tres por el peluche del día que colgaba de la mano de ella,
feliz de encontrar un nuevo hogar.
Un día empezando el último periodo de
sociales a Gina se la vio decaída, ya que no pudo rescatar a un peluche. Lo había
visto un periodo antes del recreo amarrado a un poste en la cancha de fútbol.
El peligro inminente que enfrentaba este eran las regaderas que se encendía
automáticamente antes de que acabe el recreo. Además le tocaba fútbol a una
clase inferior, que eran unos gorilas que siempre trataban de ganar a base de
fuerza bruta y mucho cuerpo. De seguro que el peluche no iba a sobrevivir ni
quince minutos de partido, al primer fallo de gol podría peder la cabeza.
Este
peluche en particular era un Kivi de color amarrillo intenso con una mirada en
especial desprotegida con pies largos. Cuando Gina llego al poste en ese recreo
el peluche ya no estaba. Lo único que encontró fueron las pitas que lo aprisionaban
un poco desgarradas en el suelo. Ella se deprimió al no poderlo salvar y no
saber donde estaba. No sabia quien lo había tomado, ni porque, incluso llego a
pensar que una de las chicas lo había tomado para hacerla preocupar o
simplemente para adelantarse a ella para devolvérselo mas tarde, más no fue así.
Nadie lo tenía. Gina lo busco con sus ojos entre todos los estudiantes. Andrés también
estaba preocupado por ella, la acompaño
en la salida incluso levanto una escena del crimen dibujando la silueta del
Kivi con tiza sobre el poste y armando un perímetro con sus mochilas.
-Creo que tenemos un misterio
entre manos, el culpable a la vista no esta y de la escena ya huyo dejando a
esta viuda de peluche en desesperación y en un total desastre.
-Oye no que este en desesperación
y en un total desastre total, pero si estoy preocupada por el pobre peluche,
podría estar raptado, perdido e inclusive olvidado en alguna esquina
esperándome.- siguiéndole el juego a Andrés- Señor súper agente cree que lo
podrá encontrar, será que puede resolver este caso.
Gina toma de la mano la mano de Andrés
con cara preocupada, mientras el mantiene su posición de agente con ojos de
investigador.
-Este será un caso difícilmente
ciertamente, la victima no puede ser rastreada por su ADN y no dejo ni una
pluma, nadie vio a ninguno sospechoso y el acto se llevo a cabo con buena
coordinación de tiempo, cuando el colegio entraba en un pequeño caos como lo
hace todos los días a exactamente 11:10 en el recreo. El accionar del culpable
fue feroz y con el objetivo claro de obtener a la victima. No se podría juzgar
si sus acciones eran bien intencionadas con objetivo de salvar al peluche del ligero
e inminente peligro emergente o solo para hacer preocupar, hasta la muerte a la
futura dueña del peluche, al cual lo esperaba una vida de cuidados, caricias y
amor en una casa calientita.
Ciertamente con algunas pistas
mas se podría resolver esto mas fácilmente y como dijo Sherlock Homes: “No existe una combinación de sucesos que la
inteligencia de un hombre no sea capaz de explicar." Y Aquí
hay que ver el hecho evidente que suele resultar a veces de lo más engañoso.
Las pitas fueron dejadas sin consideración y da muestras de que lo que
interesaba era la victima, nada mas. Por como fueron dejadas se sabe que fueron
casi arrancadas con una tremenda fuerza y se lo hizo de manera apurada por lo
que se puede concluir que estamos hablando de un solo sospechoso. Eso es todo.
-Y señor agente no le faltan
nombran las hechos de que la persona que lo tomo no deben andar lejos y que
tienen que ser alguien del colegio para haberlo visto en la mañana para después
tomarlo.
-Ehhm bueno si creo que eso es lo
mas importante fue un trabajo interno, por el momento tendremos que hacer mas
investigaciones y espera a que el sospecho haga alguna demanda de rescate…
-Solo espero que se lo pueda
rescatar, bueno no hay nada que se pueda hacer por ahora nos vamos a casa ya se
hace tarde; y por lo que te conozco, cierta persona ya debe tener hambre.- Gina
toma su mochila y se va alejando de la chanca a paso lento dándole tiempo
suficiente a él para que recoja sus cosas y alcanzarla a los pocos pasos.
- Mas que cierta persona, cierto estomago
mió que es incontrolablemente gruñón. Esta semana me pidió fideos, lasaña, una
doble ración doble de chocolate, mas refresco de lo usual y aun sigo antojado
de crepes.
- Eso es bastante, alcanzaría
para todo un regimiento, mas si te pide habrá que proporcionarle mas bien en mi
casa te espera tu te.
Andres y Gina agarrados de la
mano se dirigieron a la casa de ella en ese viernes en la tarde, con el
atardecer por delante de ellos. Gina con su sombrero blanco de ala larga cortaba
la luz mientras se aferraba a todo el brazo de su chico, mientras él pensaba lo
feliz que era por haberla encontrado a ella y poderla tenerla tan cerca sin que
nada se interponga entre ellos.
Así se dio por cerrado por un
tiempo el caso del peluche perdido sin culpable aparente. Después de este
suceso no hubo más apariciones de peluches en peligro por el colegio. Este fue
solo uno mas de las bromas, interacciones y jugueteos que tuvieron durante esa
temporada que ellos fueron inseparables, la pareja que pareció estar destinada
desde un principio a estar juntos, aunque pasaron solo 3 meses que estuvieron
juntos parecía que ellos estuvieron juntos desde siempre.