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lunes, 15 de febrero de 2016

Hacer más de lo deseado

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        Volvemos esta semana con una historia de locura, de hasta dónde se puede ayudar a alguien cercano. La experiencia me afectó bastante y es una historia intima en mi vida. A veces solo queda aprender de las experiencias y seguir adelante. El tema a tocar aun esta investigado y no es claro los factores para que suceda. Sin mas les presento el pequeño relato:
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    A ella la conocí solo por un día y la vi solo por un momento otra tarde. Era la hermana menor de un amigo interesante. Él promete ser la persona indicada para unificar la psicología, aunque esa es otra historia. Entre los hermanos se notaba el cariño, a pelear de las peleas que tenían. Él se preocupaba por ella asegurándose que almorzara, hiciera sus tareas y de saber donde estaba. Ella a veces se peleaba con él por el control que le tenía aunque al final respondía todas las preguntas y se despedía con un abrazo.
 El día que la conocí fui a cocinar a su casa, a la cual se habían trasladado hace poco. Ellos vivían con su mama y su padrastro al cual no lo querían. Sus dos padres trabajaban todo el día y nunca estaban en casa, por eso fue que su hermano se hacía cargo. Además que era muy responsable en los aspectos de su vida.
    Ese dia ella llego cuando estábamos a punto de almorzar. Ella aun estaba en el colegio y se comportaba como todo una chica adolescente. Le interesaba el arte y llegaba de pintar un mural en su colegio ese día. Su hermano se preocupo de servirle una porción de su comida aunque ella divertidamente solo se sirvió una lechuga y se puso a rallar una zanahoria para colocarle vinagre y un poco de azúcar. Ese fue su almuerzo y con una mirada burlona se dio la vuelta diciendo que ese iba a ser su comida y se subió a su cuarto.
    Mas tarde ella  volvió a reunirse con nosotros en el cuarto de su hermano. Conversamos de la situación en su colegio, como nadie ayudaba con el mural y menos los encargados con el presupuesto. Incluso llego a contarle como con su amiga esperan a que llegara un chico que le gustaba a su amigo. Yo a ella planeaba conocerla mejor con el tiempo, parecía divertida y tener mucho que decir. 
    Otra tarde que estuve en su casa ella también apareció y me llego a saludar muy amigablemente. Allí me di cuenta que ella era mas profunda, tenia preocupaciones con su futuro y libros a leer. Me contó el libro que le gustaba, como se sentía desanimada por el día y quería ya terminar el colegio. Estuvimos solo un momento y lo disfrute mucho. Esperaba verla de nuevo pronto.
     Pasaron dos semanas que no volví a su casa y llego la noticia trágica. Su hermano la encontró en su cuarto después de haberes suicidado ahorcándose. En este tipo de situaciones lo más difícil es llevar la culpa. Mi propia culpa de pensar que pude hacer algo, que la conocí y hable con ella en confianza hace poco tiempo.  Que debí haberlo sospechado y que tenia ganas de conocerla, inclusive quererla y ayudarla.
     Donde afecto mucho fue en su hermano. Era un pésimo momento para él hace poco su pareja, con la que tenia años y planeaba casarse con ella en el futuro, termino su relación abruptamente. Él era el que se sentía más responsable de lo sucedido. Las semanas posteriores se lo veía con su ánimo de costumbre y todos tuvieron la decencia de no preguntarle. Unos pocos mese después su familia se traslado de casa y él se consiguió otra pareja. Él es como un envase cerrado herméticamente con sus emociones, aun no procesados por el momento, solo guardados. Para procesarlos después de un tiempo se fue a un viaje.

     Esta historia es solo por que quise hacer algo más por ella. Más por su hermano en los momentos difíciles.  Mas por las personas que concia y se terminaron matándose. Por mi responsabilidad de psicólogo de ayudar a las personas, que se suiciden es solo la culminación de un dolor que pude ser comprendido en su momento. Es difícil ya que los motivos de suicidio son de lo más diversos, hay muchas mas teorías En mi experiencia hay que nacer con algo que ante la dificultad se tome la decisión fatal. Otras personas por mas difícil que sea y mas allá de su situación emocional la idea se les pasa por la cabeza pero nunca llegan a la acción. 

jueves, 4 de febrero de 2016

Desaparición y stress

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Bienvenidos todos:
       Paso tiempo desde la última entrada y ahora estoy de vuelta para todo un nuevo año. Un mes ocupado para mi en diciembre, enero fue de descanso y entrar en ritmo, además de estar en otros proyectos propios de creación.
       Para empezar los cambios es que las entradas que no sean de la novela serán más escasos. Siento que falta la explicacion para esto, las entradas implican investigar el tema a fondo y me cortaba el ritmo de la novela, la cual requiere mucha energía emocional. Aún quedan algunas entradas del los pequeños relatos de lectura  y la novela avanzara hasta estar terminada. Ansiosos de seguir adelante con el blog que me es muy querido.
       En la sección de imágenes presentaré un pequeño apartado de arte sobre la lluvia, por la época de lluvias que cae sobre mi techo. La lluvia, junto a los ríos los considero como maestras espirituales. Observar la lluvia caer ne tranquiliza, fácilmente me puede llevar a un sueño profundo o a un tranquilidad en el frío.
Sin mas retrasos o letras de por medio seguimos con la aventura de la vida.
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Rain Por:Eenuh

     La pareja se volvió a ver a primera hora el lunes de la siguiente semana. Al reconocerse se dieron una sonrisa conspiradora, al recordar la tarde que tuvieron junto al cometa. El ambiente alrededor estaba mas tenso de lo normal, la primera semana de exámenes del año había empezado. No hubo mucho tiempo para que la pareja se juntara o conversara.
     Al final de cada examen y cada vez que tenían tiempo, se les hizo costumbre ir al final del tercer piso. Al lugar que iban se encontraba al lado de una ventana,  alejado de cualquier puerta, había espacio suficiente como para sentarse cómodamente en el suelo en un círculo, lo más cercano que había era un bloque de casilleros que muchas veces servían de apoyo a Andrés. Incluso era común encontrar a Carolina entre ellos  para formar un trío de lo más acogedor. Se reunían para almuerzos, recesos y momentos felices.  
       Fueron necesarios dos días para relatar la experiencia y los detalles de la aventura con la cometa. Fueron los mismos  dos días que no pudieron ver a Tina. Los intentos de buscarla eran en vano ya que el tiempo para realizar la búsqueda era muy escaso y los primeros exámenes eran los más difíciles. Gina pensaba en ella y cuando empezaba a preocuparse era hora de prepararse para la siguiente clase o estudio a realizar. Supuso que una vez que estuvieran más tranquilos se volverían a ver de seguro para seguir disfrutando de su tiempo juntos.
         Para el Miércoles Gina ya no resistió más y convenció a Andrés para ir a buscarla al patio trasero. Mientras guardaban sus materiales, Carolina se les acerco para pedirles que la ayuden con algunas conjugaciones para el examen de idiomas. Gina acepto enseguida mas no se olvido de  sus ganas de buscar a su pequeña amiga. En una conversión rápida pidió a Andrés que la buscara. Él estaba más que dispuesto, sus ganas de verla de nuevo también eran bastantes. Corrió con todas sus fuerzas esperando encontrarla y poder darle por lo menos un pequeño abrazo por su reencuentro. Supuso que se mostraría tímida por el tiempo de separación que tuvieron y le explicaría que con los exámenes era difícil ir a visitarla.
     Cuando llego busco más no la encontró, dio varias vueltas alrededor con un paso acelerado por la ansiedad y tampoco la vio. Sin darse por rendido se adentro al edificio más cercano y siguió buscando  en la puerta de cada curso. Incluso se animo a llamarla entre los pasillos. Volvió unas dos veces mas por el patio para revisar cada rincón. Se adentro debajo del resbalin con esperanza de descubrir alguna pista para solo encontrar el suelo vació sin rastro de ella. Era tiempo de volver a su curso y tomo dos decisiones.
     La primera fue buscarla de nuevo a la salida, a pesar de tener pocas probabilidades de encontrarse porque tenían distinto horario de salida, aunque era una posibilidad que no podía dejar de pasar. Su segundo pensamiento fue de investigar quienes eran sus compañeros de curso para poder preguntarles, aunque sea si la habían visto el en día.

     Al volver solo basto una mirada para que Gina entendiera que la búsqueda no dio resultados por el día.